¿Depresión?
Crecimiento Personal
Me Rindo
Siempre creí que el ser fuerte era una gran virtud, que rendirse era de cobardes, creí que esta vida estaba hecha para los fuertes y valientes, y yo tenía que ser uno de ellos... Hasta que un día, agotada de esforzarme por ser mentalmente fuerte, de sostener día a día toda una carga de sentimientos y emociones que no quería afrontar con el corazón, respire profundamente y en un suspiro inconsciente me salió ¡un Me Rindo!
Pero lejos de sentirme frustrada, derrotada o humillada, sentí un gran alivio y rendición.
Entendí que era a mi mente a la que había derrotado, ya no tenia ninguna barrera controlando mi sentir, y todo salió a luz; pude enfrentarme a mis emociones y sentimientos, sin la coacción de mis pensamientos, de mi Ego y de mi orgullo; lejos de las teorías de cómo se han de hacer las cosas, lejos de las opiniones de aquellos que dicen saberlo todo.
Sólo Yo, frente a frente con mis miedos, en igualdad de condiciones: "desnudos" – Libres...
Y sentí, ya lo creo que sentí; y no fue cómodo, pero sí fácil porque Me Rendí; nada tenia que hacer, ningún esfuerzo, ningún control; sólo dejarme fluir con cada emoción...
Y resolví, ya lo creo que resolví; sentí la Libertad de tomar las decisiones que en Verdad quería tomar, mi Mente no estaba, no había nada que justificar, ni explicar y mucho menos cuestionar. Sentí que era fácil, no había otra opción posible ¡estaba Expresando Mi Verdadera Naturaleza! y cuando te rindes a Ella, Todo es Fácil...
No confundir, rendir con abandonar, éste último implica auto-compadecerse, dejar tu vida en manos de los demás, huir...
Rendirse es de Fuertes y Valientes.
Rendirse es ganar la batalla a la Mente, al Ego y al Orgullo.
Rendirse es un encuentro Íntimo con uno mismo.
Rendirse es el camino hacia la Libertad...
¡Yo Me Rindo!